HORMIGÓN, LA BASE DE GRANDES MONUMENTOS
Cuando nombramos el hormigón nos vienen a la mente edificios y obras. Lo identificamos con el entorno urbano y, en verdad, a lo largo de la historia a sido utilizado con ese fin pero algo ha ido cambiando en los últimos tiempos y, cada vez más, se está utilizando este material como base imprescindible para diseños tanto de tipo industrial como también artístico y cotidiano.
Objetos innovadores y actuales fabricados con hormigón están convirtiendo, a este, en algo más que un material de obra pasando a ser, igualmente, la base de hermosas creaciones.
El uso de hormigón ha permitido que arquitectos como Gaudí, en su tiempo, Calatrava, en la actualidad o muchos otros como ellos, puedan convertir sus construcciones en verdaderas obras de arte arquitectónicas. La versatilidad de este material unido a la virtuosidad de sus creadores ha conseguido que las ciudades se conviertan en museos al aire libre donde poder contemplar sus obras.
Pero el uso decorativo del hormigón no se ha quedado en edificios y estructuras urbanas y ha llegado a introducirse en el seno de los hogares. Cada vez más se utiliza este material para crear utensilios decorativos e incluso prácticos dentro de nuestras casas. Desde baños a cocinas pasando por comedores y jardines son propicios para contener elementos fabricados con hormigón sin que ello signifique una perdida de belleza estética o funcional.
Estamos más habituados a ver elementos decorativos de hormigón en un entorno urbano o industrial donde podemos observar tiestos de platas, pavimentos o fachadas de edificios. El empleo en el entorno urbano ha sido la llave que ha permitido la entrada en el más íntimo, así como la adaptación de la industria a esta circunstancia.
El uso decorativo a hecho que aparezcan productos como el hormigón impreso usado por ejemplo, como pavimento, y que además de las ventajas que las características del material proporciona, permite que el acabado final resulte atractivo por la textura, los estampados geométricos que pueden realizarse y la posibilidades de coloración del producto. Todo esto hace de este tipo de hormigón algo novedoso y que abre multitud de posibilidades decorativas.
Muchos elementos cotidianos son factibles de ser confeccionados a base de hormigón. En el baño ya existen bañeras y lavabos hechos con esta materia prima; encimeras o incluso ollas fabricadas de este material en las cocinas; por supuesto, en el jardín, podemos encontrar maceteros o bancos para sentarse; en comedores se pueden fabricar mesas o diseñar muebles con bloques de hormigón; también objetos pequeños para decorar como lámparas, candelabros, jarrones, etc.
El uso de hormigón nos da ese aspecto rudo y artesano, una estética tosca pero a la vez elegante y original. No obstante, se pueden diseñar creaciones minimalistas que llamen la atención y que no descuiden el detalle de los elementos artísticos.
Otra de las ventajas que nos da el empleo de hormigón en la decoración es la falta de complejidad para utilizarlo así como el bajo coste del material que estamos usando. Esto es una ventaja que permite que no haga falta ser un genio o tener grandes conocimientos para utilizarlo en la decoración de nuestro hogar.
En definitiva, el hormigón ha expandido su uso pasando de ser un elemento exclusivo en la construcción a ser empleado en el ámbito decorativo y artístico gracias a sus posibilidades técnicas. Además, el uso decorativo no ha quedado solamente en el campo arquitectónico sino que ha trascendido al doméstico e incluso al funcional convirtiendo al hormigón en el elemento fundamental de auténticas obras de arte.